Hace rato escuchaba la conferencia de prensa del secretario de salud sobre la epidemia de influenza porcina y me llamó la atención que el antiviral que se está empleando para combatirla es el Oseltamivir, mejor conocido por su nombre comercial Tamiflu, producido por Roche (también mencionó el Zanamivir, comercializado como Relenza por Glaxo Smith Kline, pero dijo que ese servía “menos”). Del Tamiflu se habló mucho en 2005-2006 cuando la epidemia de gripe aviar, y como nadie en la susodicha conferencia de prensa preguntó que si a poco el medicamento para el virus de la influenza aviar (H5N1) servía también para el de la influenza porcina (H1N1), me puse a buscar en Internet algo sobre eso y encontré los siguientes datos, que quiero compartir con ustedes.
Entre 2005 y 2006 los gobiernos de muchas partes del mundo compraron enormes cantidades de Tamiflu, aunque el número de casos reportados ante la OMS hasta 2006 eran de 115 (de ellos, 79 decesos), y al día de hoy suman un total de 421 (257 decesos).
(http://www.who.int/csr/disease/avian_influenza/country/cases_table_2009_04_23/en/index.html).
Si consideramos que hasta ahorita en México van ya 68 muertes (20 confirmadas virológicamente), me da la impresión que la cantidad de casos de gripe aviar reportados en 2005 no ameritaba ni la inmensa publicidad que se le hizo ni las desmesuradas compras de Tamiflu que hicieron los gobiernos. Algunos ejemplos de esas compras:
- Estados Unidos: en julio 2005 el Pentágono compró reservas de Tamiflu por un valor de 58 millones de dólares. En ese momento Donald Rumsfeld aún era secretario de defensa, siendo accionista mayoritario de Gilead Sciences, propietaria de la patente de Tamiflu (http://www.naomiklein.org/articles/2008/09/response-attacks)
(Más sobre esto, con lujo de detalle, en: http://www.astrodreams.com/foros/viewtopic.php?p=16503&sid=ad2504218b4cac7cc6fba98aea47173c).
En ese año el precio de las acciones de Gilead Sciences aumentó de 35 a 57 dólares por acción, y el valor de la tajada de la compañía para Rumsfeld subió de 2.5 a 15.5 millones de dólares (http://en.wikipedia.org/wiki/Oseltamivir).
- Alemania: en junio 2005 compró a Roche 150 millones de Euros de Tamiflu (12 millones de tratamientos) (http://www.tagesspiegel.de/zeitung/Die-Dritte-Seite%3Bart705,2261507).
- Organización Mundial de la Salud: en agosto de 2005 Roche le “regaló” a la OMS 3 millones de tratamientos (30 millones de dosis). La OMS, diligentemente, recomendó a todos los países que almacenaran reservas de antivirales como el Tamiflu (http://www.roche.es/portal/eipf/Spain/spain_portal/roche_es/2005?paf_gear_id=17400002&paf_dm=full&doc_id=re7300002/re76100002/re77200005/re752003/article/Article_eWep_03244.headline&paf_pageId=re7188183&tostart=1)
- México: en octubre 2005, anunció que le compraría a Roche algo más de 400 millones de pesos en Tamiflu (no sé si 1 millón de dosis o de tratamientos) (http://www.cronica.com.mx/nota.php?idc=208310 ) Este debe ser, por cierto, el millón de dosis a que el secretario de salud hizo referencia hoy.
- España: a mediados de 2006 compró 1 millón trescientos mil Euros de Tamiflu (116,000 tratamientos) ( http://www.diariodenavarra.es/20070923/navarra/que-fue-tamiflu.html?not=2007092302575898&idnot=2007092302575898&dia=20070923&seccion=navarra&seccion2=sociedad&chnl=10)
El precio del Tamiflu subió de unos 40 Euros en 1999 (fecha en que Roche lo sacó al mercado) a 377 Euros en 2005. (http://www.uce.es/DEVERDAD/ARCHIVO_2005/24_05/DV24_05_28sanidad.html)
Gracias al Tamiflu, las acciones de Roche subieron muchísimo entre 2005 y 2007; obviamente, el día de hoy también subieron considerablemente. (http://www.reuters.com/finance/stocks/overview?symbol=ROG.VX).
Lo curioso del caso es que el Tamiflu, al menos el que viene en pastillas, tiene una caducidad de 4 años (el que viene en polvo tiene el doble, pero hasta donde entiendo, casi todos compraron pastillas)
(http://www.diariodenavarra.es/20070923/navarra/la-caducidad-oscila-entre-4-8-anos-aunque-este-tiempo-puede-ampliar.html?not=2007092302575895&idnot=2007092302575895&dia=20070923&seccion=navarra&seccion2=sociedad&chnl=10).
O sea que los millones tratamientos que compraron los países en 2005, incluyendo los de México, están a punto de caducar. Qué puntería que justo ahora haya estallado la epidemia; “menos mal que estamos preparados”. ¿Nos alcanzarán los medicamentos o habrá que comprarle a la OMS o a otros países con inmensas reservas, o a Roche mismo?
No digo que lo de la epidemia sea un cuento ni que el Tamiflu no sirva para combatirla, para nada. Digo que la salud pública es uno de los mayores negocios que existen. Creo recordar que después de las armas y de la droga, la industria farmacéutica es la que más dinero mueve en el mundo. Como tal, producción de medicamentos y vacunas está mucho más orientada por la ganancia de lo que nos imaginamos. Si alguien está familiarizado con el sistema de compra de medicamentos del ISSSTE y del IMSS a las trasnacionales de la farmacéutica, sabrá de los lindos “regalitos” que reciben los médicos encargados de decidir qué medicamentos se compran a gran escala (pero claro, eso en el primer mundo no se llama corrupción). Si consideramos estas cosas, digamos que, además del oficial, hay por lo menos otros dos escenarios posibles (todos ellos bien representados en Internet):
a) Que los virus mismos sean producidos por quienes hacen los medicamentos o por los gobiernos. Esa es la postura de los canadienses de Global Research, que no por conspiranoicos deban de carecer de razón:
http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=9833
b) Que el riesgo real no sea tan grave. El miedo en sí es un gran negocio y, bien azuzado, basta para incentivar las compras de los antivirales y las vacunas. Esa es la postura de este artículo sobre la gripe aviar (que al final se apagó, por lo menos el brote de 2005):
http://www.uce.es/DEVERDAD/ARCHIVO_2005/24_05/DV24_05_28sanidad.html
El miedo en sí mismo es un gran productor de enfermedades y de ciudadanos dóciles, además de ser un excelente mecanismo para desviar la atención social. La moraleja de todo esto es simplemente que NO HAY QUE TENER MIEDO. Sea cual sea el riesgo real, la mejor forma de enfrentarlo es, además de tomar ciertas precauciones básicas, adoptando una actitud crítica ante las explicaciones oficiales y mediáticas (que siempre están descontextualizadas), una gran entereza, y la confianza de que uno mismo es el principal responsable de su propia salud. En cuanto a los niños, pues nada más estar bien atentos, pues bien cuidados ellos tienen una gran capacidad de recuperación, y tal parece que los más afectados hasta ahora están siendo las personas entre 20 y 40 años.
Q.F.B. Axel Cervantes Sánchez
Estudiante de Maestría en Ciencias Bioquímicas, UNAM
Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición (INNSZ)
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